Estamos en plena temporada de piscinas y si hay algo que preocupa a todos es el abuso del cloro en este agua. Obviamente es necesario para mantener las piscinas limpias y que pueda ser un sitio seguro para bañarse. Sin embargo, muchas veces se abusa de este componente y nos preocupa el efecto que puede tener en nuestra piel y, sobre todo, en los ojos.
Cloro en los ojos: ¿qué efecto tiene?
En las piscinas se utiliza este elemento químico para evitar hongos, bacterias, etc. y convertir el agua en una zona segura para bañarse libre de enfermedades y contagios. Sin embargo, afecta al pH del agua de la piscina, que ya de por si es superior al de nuestra piel.
Se utilizan tres tipos de cloros:
- Libre: Se disuelve en agua, y es la suma de ácido hipocloroso e ión hipoclorito.
- Combinado: Se mezcla con amoníaco y genera cloraminas. Este caso es menos desinfectante, y es el que produce mayores irritaciones.
- Total: Es una mezcla de los dos anteriores, y suele ser de lo más utilizado.
El cloro tiene una gran capacidad desinfectante y antiséptica, que es la causante de irritar ojos, nariz y piel. De hecho, es bastante habitual que después de un día de disfrute en la piscina tengamos los ojos un poquito rojos e irritados.
Para evitar este tipo de irritación es recomendable utilizar gafas de natación en cada zambullida. Es la mejor forma de evitar que el cloro llegue a irritar tus ojos, y estos estén protegidos de todos los elementos químicos que se echan en las piscinas.
¿Quieres conocer otros consejos y tips para evitar que el cloro en los ojos te produzca malestar? El Óptico de YouTube te ayuda a disfrutar más de la piscina este verano, ¡no te lo pierdas!
Pregúntanos todas tus dudas sobre la piscina y los deportes de verano. Entre todos podemos hacer de estos meses una temporada mucho más sana y cómoda.